sábado, 29 de diciembre de 2007

El baile del 31

Se ha organizao una joda pa festejar fin de año. Baile y chupi pa todos. Asao y tinto pa ´el adultaje. Pulenta y Coca lai, pa la purretada. A la tarde, tortafritas, con tinto o lai, asegún la edá de los consumientes. A la noche haberá fogón y guitarreada, endemientras el año viejo se las vaya picando, y el nuevo llegue pa quedarse. Y allí estaremos toda la paisanada pa recibirlo y darle la bienvenida. al calor de las chacareras y los gatos.

Y me he enterao que viene una china, a la que ricuerdo con mucho cariño: es la Etelvina, parienta ´e Doña Sasá, de los pagos de Saladillo. Entuavía conservo en la memoria el bailongo del año pasao. Cuando del Wincofón a pila salieron los primero acordes del gato, ahí nomás me le arrimé, y a puro cabezazo, la saqué a bailar. Habería que ver las caras ´e los otros paisanos, muertos ´e la envidia por ver a este gaucho querendón arrastrándole el ala a la Etelvina, mocita joven y la mejor parecida. Parecida a Doña Sasá, pero con trencitas negras...
El Baile del 31

Se juntarán los paisanos,
en joda de gran tamaño.
Juntos, los propios y extraños
en un baile sin igual
que no encontrará final
hasta que se adentre el año.

Haberá chupi, comilona,
gran fogón y guitarreada.
Despedir a carcajadas
al dos mil siete que parte.
Ni se te ocurra acostarte
antes de la madrugada.

Y si viene la Etelvina,
y si se acuerda de mí,
que el año pasao fuí
el agraciao ´e la fiesta,
terminaré lo que resta
del trabajo que emprendí.

Quiera Dios y tenga suerte,
ya mesmo firmo el papel.
No puedo mentir, la piel
se me pone de gayina,
cuando imagino a esta china
conmigo en luna de miel.


el Nemesio



domingo, 23 de diciembre de 2007

La Navidá del Nemesio


Como haberán apreciao, soy un gaucho de andar solo. Mi única companía es mi caballo el Desbocao, que no sé si es porque me quiere, o porque no le queda otra. Al fín y al cabo, soy el que le dá de manducar (pero no todos los días, no quiero que se me malacostumbre, el desgraciao).

Ansina es, que cuando llegan estas festividades, este pobre corazón pampeano rumbea pa alguna querencia amiga, en donde sentirse abrigao por el calor de la amistá. Y es en el rancho de Saturnina Salazar, Doña Sasá, donde nos juntamos los descobijaos, aquellos que hacemos de la soledá, un culto.

Doña Sasá es como la vieja bruja del poblao. Endeveras: sus dos calificativos compiten entre sí pa ver cual le saca más ventaja al otro. Pero todo lo que tiene de vieja, como de bruja, y mucho más, lo compensa con su generosidá. Y su mesa de navidá, no tendrá mucho de lujosa, pero nunca le faltan un pan dulce, las tortas fritas y el mate pa compartir. Y ahí estamos, firmes como rulo de estuatua, el viejo Soriano, el "manco" Gutiérrez, el "tarta" Zorzenón, algún otro convidao de piedra, y el escribiente, que veniría a ser yo.


No sé cómo, pero el "Manco" siempre se las ingenia pa conseguir una damajuana e tinto. Y una vez que se acaban las tortafritas, y el agua´el mate se enfría, calentamo el garguero con el jugo´e uvas, delicioso nétar que nos dá la bienvenida sentaos al derredor del fogón. Y nos despide, ya entrada la madrugada, durmiendo la tranca´el olvido, casi siempre en la clásica posición de culo pa´arriba.

La Navidá en el Campo

Faltarán las estrellita,
tampoco tenemo estrés.
Y si vivimo al revés
ha de ser por eleción.
Nunca falta la ocasión
pa descorchar un jerez.

Pero, qué digo? Un jerez?
España nos queda lejos.
No vimos nunca un cangrejo
para chuparle las patas.
Cuanto mucho, alguna rata,
o dos, frente a algún espejo.

Pobreza del hombre´e campo,
o asegún, donde se mire,
riqueza, que no es pa tire,
sino pa´aliviarse el alma.
Del campo viene la calma,
dejemos quel mundo gire.

Y recibamo a Jesús.
Que sea como Dios manda.
No pa salir de parranda,
sinó con recogimiento.
Nuestro primer mandamiento?
Mal acaba el que mal anda.

el Nemesio

jueves, 20 de diciembre de 2007

Domingo de cuadreras

El domingo estuvimos de joda. La paisanada festejó no sé qué cosa. Pero había chupi y empanadas, y me anoté en primera fila. Doña Eulogia, la mujer del Zoilo, se ocupó de organizar el "cáterin". Habería que ver a todas las chinitas dándole al repulgue, y ayudando a preparar el relleno... El Zoilo se encargó de las damajuanas. Las fué a buscar al pueblo, y volvió con el sulqui hasta arriba. Pa qué les voy a contar de la cara del Américo, el dueño de la pulpería. La yugular se le escapaba del cogote...

Pero lo más importante fué el duelo entre el Máximo, sobrino del Américo, y el pobre del Rudecindo Ortiz. Los dos habían sacado chapa de campiones, en las cuadreras previas. El Zoilo manejaba las apuestas. Favorito: el Rude. Lástima...porque pirdió. Y al Américo le volvió la sonrisa a la jeta...
A la tardecita el campo se quedó vacío. Es claro... Todos nos juimos a la pulpería. Campionato de truco y chupi pa todos. Y al truco, no nació el cristiano que me pueda, che...
Domingo de Cuadreras

Se juntó la paisanada
la fiesta se hizo pa todos.
Vino tinto y empanadas,
Cómo empinamo los codos!

A la tarde, las cuadreras
ocuparon la atención,
y el Máximo, de Las Heras,
sacó chapa de campión.

Tardecita en el poblao,
giniebra pa todos y truco,
hasta que un desubicao
peló enojao un trabuco.

Terminao el incidente
arranqué con la guitarra.
Mire si es rara la gente.
No quedó ni una cigarra...

el Nemesio

martes, 18 de diciembre de 2007

Recorriendo las Pampas

Con mi caballo, y amigo, el Desbocao, somos de andar de una lao pal otro. Apenas termino´e montarlo, se pone como loco. Él sabe que cada día es una aventura distinta. Ni bien clarea el alba, y se me pasa la tranca, salimo a andar, a recorrer la vida. El sol nos va guíando. Ya sea pal este, pal oeste, pal norte o pal sur, siempre nos espera la aventura. Y cuando está nublao, mejor. Dejo quel Desbocao marque el rumbo. Qui sea sorpresa...

Recorriendo las Pampas

Siempre dejo quel Destino
me lleve ande quiera ir.
No por menos presumir
se han perdido muchos gringos.
De última, qui sea mi pingo
el que marque mi camino.

Naides sabe de su suerte
antes de llegar al baile.
Ni siquiera sabe el fraile
lo que Dios le ha deparao.
Ni les cuento de avivaos
que se cruzan con la muerte.

Eso sí. Yo no le temo,
pero respeto a la Parca.
Conozco miles de marcas
de quien se ha burlao d´ella.
Lleno está el Cielo de estrellas,
y de almas, el cementerio.

Sin ánimo de ofender,
apuesto por la vagancia.
Con la mejor elegancia
y el mayor de los respetos,
donde yo quiera, me meto...
...no me vengan a joder.

el Nemesio

lunes, 17 de diciembre de 2007

Nemesio Gómez, gaucho cantor, poeta y vagabundo

Aquí estoy, por que he venido,
por que he venido, aquí estoy.
Con mi caballo, he venido.
Con mi caballo, me voy.

Me presento. Soy el Nemesio. Nemesio Gómez, a secas. Sin segundos nombres que me hagan sombra. Pa´sombra, ya lo tienen a don Segundo.

Nací una noche de luna llena. Por lo que me gané el apodo de "Lobizón". Aunque pa´aullar, no hace falta que salga la luna. Cuatro o cinco vasos de giniebra, y canto a dúo con mi caballo, el Desbocao. Con él recorro las pampas, en busca de pulperías en donde despuntar el vicio: chupar. Ta´bien, vale la aclaración: soy gaucho algo timidón. Primero chupo, luego canto. Tercero, me echan.

Pa que me vayan conociendo, les voy a recitar un puema de mi autoría, entitulao "Noches de soledá". Creado, por cierto, bajo el desamparo de la niebla, montao sobre mi amigo, el Desbocao. Puema que tuvo trágico final, al llevarnos por delante al único ombú en pie, aquella noche cerrada de junio. Noche en donde el Desbocao se ganó su nombre con creces, y yo perdí parte del comedor.

Les osequio el puema. A cambio, les pido que me empresten una guitarra. La botella de giniebra, déjela acá nomás, paisano. Así le ahorro el ir y venir tantas veces...
Noches de soledá

Soy gaucho de andar huyendo
a naides voy a engañar.
Si me tengo que quedar,
ha de ser por una china,
querendona y argentina.
No les voy a andar mintiendo.

Y en el preciso momento
que la encuentro, soy feliz.
Naides meta su nariz,
donde no le habrán llamao.
Deje al gaucho enamorao
esparcir su amor al viento.

Que no es fácil el hallarla.
Verla rendida a mis pies.
He conocido revés
en mi vida vagabunda,
en donde la soledá abunda
y no es pa desestimarla.

Y si fallo en la aventura
siempre quedará un ombú,
para echar a cara o crú.
No ha nacido quien me aturda.
Con la derecha o la zurda
me saco la calentura.

el Nemesio Gómez, gaucho furtivo, si los hay.
Ilustración de Florencio Molina Campos