La sorpresa

- ¿Tás segura, Inecita?

- Si, Tere, si. Haceme caso, queré.

- Pero .... ¿Es segurito?

- Te digo que si. Me lo vendieron en el pueblo.

- Güeno, dale. Abrilo, nomá.

- A ver ..... dame que leo .... Tené que hacer pí acá.

- ¿Tas loca, vos? Es re chiquito eso.

- No, nena. Hacé hasta que se enyene y nada má.

- Güeno ..... ¿y endispués?

- Agarrá esta tirita y la poné así, ves.

- Ajá. Dejame sola, Inecita, que cuando esté te yamo.

- Dale. Ti espero ajuera, si?

- Güeno.




- Entrá, Inés. Mirá y decime vó que yo no entiendo nada.

- Tere .... hay dos rayita.

- Ajá .... ¿y?

- Este .... vas a tener un bebé, Tere.

- .........

- No sias tonta, Tere. No yoré. Yo ti ayudo a dicirle al tata y al Neme, pero no yoré más.

- ........

- No te asusté que va a estar todo bien, boba. Yo voy con vó, te prometo.

- Si no yoro de susto, Inecita. Yoro de felicidá.

Esa tarde con el Neme

jue la más linda e' mi vida,

la noticia recibida

no hace más que confirmarlo

y aunque vino sin yamarlo

y mi gaucho ni lo espera

me juego la luna entera:

la noticia va a alegrarlo.

En ayunas...

-Tere...qui anda haciendo en este baile?
-Tomando un poco ´e fresco, Neme...
-Y por qué no avisó? La habería pasao a buscar... Vino sola?
-De seguro... Por?
-No, tá bien... Por nada...
-Pero Neme...no me diga qui se está poniendo celoso, ahura?
-Yó, celoso..? Faltaba más...
-Le traigo un vasito ´e tinto?
-Güeno...y ya questá...no hay empanada?
-Haber, hay... Pero no me pida que vaya asta la cocina... El olor a frito me regüelve las tripa... Que Ña Pancha si las traiga... Ya le alcanzo el tinto...
-Gracia, Tere...

-Ña Pancha! Ña Pancha! Ey! Acá, Ña Pancha!
-Nemesio...dichoso los gojos... Qué anda necesitando..?
-Unas empanada, Ña Pancha... Si hay de poyo, mejor...
-Pero Nemesio...a quién se li ocurre? Empanada de repoyo?
-Ay! Qué vieja sorda..!
-Vieja, tá! Pero gorda...tu agüela..!
-Deje, Ña Pancha...no importa... Una cosita... No la nota un poco rara a la Tere?
-A la Tele? No... Sempre las mesmas porquería... Está yena ´e colifatas mostrando el tujes a Dios y a María Santísima..! Perdoname, virgencita...pero es la verdá..!
-No, Ña Pancha...a la Tere...LA TERE!
-Ah..! A la Tere..! A decir verdá...sí! Tá un poco rara...
-Pa mí, qui le contajié el empacho...
-NOOO! Qui empacho..? No le dijo nada, entuavía..?
-No..! Toy en ayuna...
-Ahhh! No se empreocupe... Ya le traigo unas empanada... Hay unas de poyo, qui están pa chuparse los dedo..! Pobre Neme...las dié de la noche y entuavía no ha probao bocao... Ya se las traigo...

No sé si será la noche,
la calor o la umedá,
pero...me dá qui pensar...
tan pasando cosas rara...
No me trae las empanada...
Se vino sola a bailar...

Yó noto cosas estranias...
Iba todo ´e maraviya...
Dispués de mi pesadiya,
no jué queriendo, les juro,
qui me casaba di apuro...
Le habré aflojao la cincha?

Lo cierto es qui está destinta.
Se le nota en la espresión.
Yó pensé qui el culebrón
qui la Etelvina inventaba,
a mi Tere lastimaba,
pero, gracia a dió, pasó...

Qui anda pasando, mi china?
qui le priocupa, caracho?
O le contajié el empacho
y ahura me tiene en un grito
y a mis mate le hace asquito.
No soy suficiente macho?

El Nemesio

El gualicho

- Güenas, Ña Naides. Dichosos los gojos que la ven.
- ¿Cómo estás, Tere? Hace rato que quería pasar a visitarte y no podía. Contame cómo te fue en el baile.
- Horripindoso, mire. Fíjese que se me aparició la Etelvina y me metía ponzoña: que el Neme la anda siguiendo y que le escribe pavada y no se cuántas cosas más.
- ¡Me imagino que no le habrás hecho caso! Si sabés que Nemesio te quiere a vos.
- Si, pero anda soñiando con ella. Dice que son pesadiyas pero yo no sé. ¿No me lo haberá engualichao al Neme?
- ¡Pero no, mujer! ¿Cómo vas a creer en esas cosas?
- Siiiiii. ¡Si son de endeveras! Hay una vieja en el pueblo qui hace trabajitos. Hay que yevarle una gayina y unos güevos frescos y santo remedio. Te cura el ojiado, el empacho, la culebriya y el mal de amores. Yo la yevé a la Inecita la otra vé, cuando si había peliado con el novio ese tololo que tenía.
- ¿Y qué pasó?
- Como pasar, no pasó nada, pero a la Inecita después de tré o cuatro meses se le jué el metejón.
- ¿Y vos decís que es por el “trabajito” de la vieja?
- Claro. En estas cosas hay que crier o reventar,
- Dejate de pavadas, Tere, y tenele más confianza a Nemesio, que te ha demostrado que te quiere mucho.
- Tá bien, Ña Naides. Le viá hacer caso.


Estos de la ciudad se creen muy vivos y no saben nada de nada. Yo la semana que viene me la via ir a ver a la Ñata, que haciendo gualichos e’ de lo mejorcito qui hay.

La pesadiya del Neme
me dejó bien priocupada.
No me gusta para nada
Que sueñe con la Etelvina
¿No será que esta cretina
Me lo tiene engualichao?
Si un yuyito le ha encajao
la Ñata me va a ayudar.
La via ir a visitar
para que me de una mano.

La pesadilla

-Nooo! Nooo!
-Eh! Qué pasa?
-Nooo! Bastaaa!
-Che, Nemesio..! Dispiertesé..!
-Ahhh! Mrjuá...Brmm... Qué pasó..?
-Nemesio...taba soñando... De seguro una pesadiya...
-Ayyy sí... qué lo parió, Cipriano..! Pere qui me dispierte bien y le cuento...
-Vuá poner el agua pa unos mate... Total, ya es hora de levantarse...

-Tá rico?
-Tá güenísimo... Quedaron biscochito..?
-Dó o tré, nomá... Comaseló usté qui está flaco...
-Gracia, Cipriano... La pesadiya me dió un ragú que ni le cuento... Risulta, que yó iba caminando por el poblao, con el Mamerto y mi iminente mujer...
-Golvió el Mamerto..? Tanto estraniarlo, tanto estraniarlo...qui se le apareció en los suenios...
-Flaco...como nunca, mire...
-Y también estaba su qué? Ya nos casamo..?

-En el suenio, tábamo ahí...yendo pal registro civil... Caminábamo junto...y pasábamo por al lao del Tarta Zorzenón. Yó lo miraba feo, pero él...se hacía el oso... Y di golpe sentí como un viento frío de abajo, qui se me colaba por las bombacha... Pensé "Refrescó"... Pero...
-Pero qué, Nemesio... Me está intrigando demasiao...
-Pero no...era eya...
-Desembuche, Neme..! QUIÉN ERA..?
-LA ETELVINA...CANEJO..! Por qué se cree qui estaba tan desencajao..?
-Nooo..!
-Sí..!
-Lo parió..!
-Ansina é... Y por si juera poco, nos casábamo di apuro..! Me quería morir muerto..!
-Y la Tere?
-Se había quedao en su casa, yorando... Y yó con un cargo ´e conciencia grande como las ola ´e Viya Jesel..! Fijesé...le había fallao a mi china...y justo con la torranta ´e la otra..!
-No podía ser pior...
-La verdá...asta el cuadril...
-Y qui más pasó..?
-Qui usté me salvó, Cipriano... Tábamo frente al jués, y el magistrao meta priguntarme..."La queré por esposa a la Etelvina..? Dale, Nemesio... Rispondé..!"
-Y usté rispondió..!
-Y qué le dije..?
-Que nooo..!
-Dende vera..?
-Sí, amigo... Le dijo que no..!
-Puff... Ahura me quedo un poco más tranquilo... Le dije qui nooo..! ja ja... Le dije qui nooo..! Asta en los suenios la rechasé..!
-Y ahura que va hacer?
-A la tarde..? Pasarla a buscar a la Tere pa ir a dar un paseíto...
-No, pero ahura..?
-Ahura? Me vuá dormir otro ratito...pa descansar del suenio...
-Tá que lo parió..! Y encima, se comió los biscochito...

La pesadiya

Pero este loco ´el Nemesio
me dispertó priocupao.
Negaba a grito pelao
la prigunta qui le hicieron.
Las pesadiya se jueron
porque yó lo disperté
Sin dudar, lo rescaté,
lo traje a la realidá.
No podía verlo má
en posición de sufrir.
Él se golvió a dormir
y yo dispierto quedé...

el Cipriano

La guerra de las chinas

- Dejate de tironiarme lo pelos, Inecita.
- Aguantate un cacho, nomá. Ya está quedando bien tirante la trenza.
- Pucha que lo tiró. No sabía que tenía una hermana tan bruta.
- ¿Qué vestido ti vas a poner?
- El celeste, mas vale. Al Neme le encanta.
- Güeno, aurita dejame pintarrajearte los gojos.
- Tá. Pintá pero con cuidado, nena.
- Mmmm … ai va quedando.
- Ay, guaranga. Me pinchastes con el lápi.
- Cuando te vea el Neme si va caer de’spalda.
- Sssssshhhh …. escuchá ….. aí se oye el Desbocao. Ya está yegando.

......

- Güenas, Neme.
- ¡Que linda está, Tere! Pero vamos yendo que si nos viene la noche.
- ¿Así nomá? ¿No me va a dar un beso antes?
- Es que la Inecita mira. (Y que si la agarro le corro toda la pintura, con las ganas que tengo de partirle la boca).
- ¿Y desde cuando es tímido, usté? Tá bie, vamo. Pero me debe un beso.

- Che, Sasá ¿aquellos qui estás dentrando no son el Nemesio y la Teresa?
- Siiii, mirá vó. Cuando los vea la Etelvina se va a armar flor de despelote.
- ¿Ya si pilió con el Tarta?
- Le duró un suspiro, Pancha. Aura quiere volver con el Nemesio.
- Uuuuuyyyyy, aí los vio. ¡Mirale la cara! Si puso pálida como la Difunta Correa.
- Encima el Nemesio jué a comprá unos choripane y me la dejó sola a la Tere.



- ¿Qui hacé, Tere?
- ¿Qui queré, Etelvina?
- Nada. Yo venía a decirte que tuvieras cuidado con el Neme.
- ¿Por? ¿Qui li pasa al Neme?
- Mi manda cartita, mi persigue todo el día, mi anda ispiando. Diga que yo ya sé que vo so la novia y no le doy boliya.
- ¡Mentirosa! Si el Neme no te puede ver ni en figurita a vó. (¿Haberá sido por eso qui no me quiso besar?)
- Já. Eso es lo qui él ti dice.

......

- ¡¿Qui le habera dicho la desgraciada de tu sobrina a la pobre Tere, qui se jué yorando?!
- Esa solo disgusto nos trai. ¡Pa’ que le haberé presintado al Nemesio!

¿Será cierto que el Nemesio
La persigue a la Etelvina?
¡Yo se que es muy linda china!
Todos los gauchos miraban
Y se limpiaban la baba
cuando pasaba sonriendo.
¡Los celos me están comiendo!
Y tan feliz que yo estaba.


Me decia la Inecita
qui no le diera pelota,
qui la china es una idiota,
que dejara de yorar.
Y yo no podía parar,
si hasta hipo me había dado,
los gojos bien coloraos
meta y meta lagrimear.


Pero endispués me calmé
¡Esa no me va a ganar!
Si quiere reconquistar
al Nemesio, doy pelea.
Porque yo seré más fea
pero soy más educada.
La guerra está declarada.
No la salva ni la OEA.