Nemesio Gómez. Gaucho querendón, pero reservao, si los hay...

Ya les conté que soy un gaucho algo timidón y vergonzoso. Pero no pa todas las cosas. Cuando hay que agarrar la guitarra pa cantar, o recitar un puema, soy bastante caradura. Y si encima, me calientan el pico, puedo llegar a recitarles el "Martín Fierro" de adelante pa´trás, y de atrás pa ´delante, y en jeringozo, si gustan.

Pero pa las cuitas del amor, soy reservao. Y vale la aclaración. Me he cruzao con algunos paisanos que andan deseosos de conocer los entretelones de mi encuentro con la Etelvina, la noche del baile de año nuevo. Y hasta hubo un guazo que priguntó:

-Y don Nemesio? Ya le hizo conocer el peludo a la chinita?

De más está decir que le pegué una mirada que lo fulminó. No le daban las patas pa subirse al caballo y salir rajando pa otro lao.

No me gusta andar contando de mis hazañas con las chinas, y menos si vienen de otros pagos, como la Etelvina. El pago es chico, y si uno es medio lengua suelta, puede llegar a herir suscetibilidades propias y ajenas. Ansina es que mejor, chito la boca. Y que todo sea fruto de la imaginación de los letores.

El Nemesio es reservao
pa las cuitas del amor
y si siente usté olor
de que ha habido tiroteo,
nunca habrá gaucho más feo
que el gaucho más hablador.

Por eso es que yo me guardo
los momentos con las priendas
en mi interior. Pa que aprendan,
no soy nengún lengua larga.
Si mi jeta es medio amarga,
sirva caña y dele rienda.

Nunca faltará ocasión
de dar a lú a los recuerdos.
Desensillar una canción
que reavive lo de adentro.

Eso sí. Me lo reservo
pa cuando naides me escuche.
Que no hay pescao más siervo
que el que muere por el buche.

el Nemesio